Montaje de Susana: La esclavitud de los dioses

La ciudad insostenible de los invisibles

Érase una vez un planeta...
donde los planes territoriales tardaban años en desarrollarse,
mas sus normas e intereses se programaban con muchísima antelación
por unos pensadores de ideas que no trabajan sobre papel,
pues estos vivían en un mundo invisible
al que solo los pensamientos podían acceder.

Los seres invisibles oscuros se nutrían del mal de aquel planeta
generando ideas para controlar las estructuras del astro
y con hilos incorpóreos dirigían y sobornaban
a ciertos hombres de altos cargos a cambio de poder.

Si antaño existió la fiebre del oro,
hacía ya bastante tiempo
que habían empezado a idear la fiebre de la tierra.

Un buen día comenzaron a prometer ciudades verdes atractivas,
llenas de paseos ajardinados y árboles con frondosas copas
para que su población fuera feliz
trabajando mucho en oficinas acristaladas sin ventanas
para estar muy calentitos en invierno y muy fresquitos en verano
gracias a unas máquinas muy eficientes,
y asimismo pudieran respirar un oxígeno muy sano y puro
gracias a un sistema muy inteligente de filtrado y ventilación;
toda una tecnología de alta gama que sus moradores tendrían, eso sí,
que pagar según las leyes de un mercado
muy extraño y muy difícil de entender.

El propósito oculto forjado en las entrañas de los invisibles
era aglomerar a la población en estas ciudades verdes
y crear la ciudad compacta de las maravillas sostenibles.

Hacía ya mucho tiempo que los pensadores habían ideado la ciudad verde.
Hombres millonarios compraron vastas extensiones de tierra
para poder alimentar a los obreros que trabajarían
en las jaulas doradas de la gran ciudad verde.

Los hombres dirigidos por sus miedos
estarían entretenidos en juegos virtuales,
en un consumo creciente para mantener "una expansiva economía"
que era, aunque no lo pareciera,
muy tóxica para el planeta,
pero muy sana para el reino de los invisibles.

Vendieron un espejismo verde donde sus esclavos,
inmersos en las labores cotidianas,
rodeados de agua y un paraíso verde,
estarían hipnotizados por grandes pantallas que contarían muchas mentiras,
e inducidos por sensaciones virtuales, guerras de tronos
y todo tipo de enfrentamientos para tener su propio poder...
tan inhumanos serían y tanto trabajarían que carecerían de tiempo
para importarles o enterarse
de la existencia de una tierra rural y sobreexplotada,
de la masacre de las macrogranjas,
de la pérdida de biodiversidad,
del desplazamiento de comunidades locales,
de la destrucción de las economías regionales,
de la pérdida de la producción de alimentos para el consumo local,
de los impactos de los monocultivos
y de los agrotóxicos usados en la producción agroindustrial.

¿Cuál será el final de esta historia?
Tal vez estos pensadores no contaron
con que aquel planeta
no era un juguete cualquiera.

¿O tal vez sea otro su final?
Quizás a sus representantes esto no les preocupe en absoluto
y tengan ya programada una larga estancia en la Luna o en Marte.

¿Quién lo sabe?

copyright  Susana Cía Benítez 2021


Si te gusta, compártelo    facebook    twitter    linkedin












logo del Universo de Susana copyright Susana Cia BenitezCopyright 2020 POR SUSANA CIA BENITEZ